“Con los productos de China no hay posibilidades de competir”

Domingo 6 de marzo de 2016
Rolón muestra el producto logrado con máquinas modernas. | Foto: Marcelo Rodríguez
Varias industrias locales están en jaque ante la entrada masiva de competidores de diversas partes del mundo. En el caso de los pisos de madera, un producto que venía creciendo en la elección de los misioneros, se sintió de forma abrupta.
Así lo explicaron desde Pisos Rolón, una empresa misionera que creció ampliando sus trabajos con maderas cultivadas en la región.
La empresa, como muchas otras en el país, depende de la restricción de sus competidores externos que pagan menores salarios en dólares a sus empleados, menos impuestos en sus países y producen masivamente.
“En concreto, a partir de diciembre, con la liberación del comercio exterior muestra que la producción cayó un 60% por la entrada masiva de productos extranjeros. Automáticamente dejamos de ser competitivos”, precisó Maximiliano Rolón, gerente comercial de la firma.
El directivo recordó sobre la situación industrial que “años atrás el Gobierno nacional aplicó. (Fueron) medidas para restringir el ingreso de productos extranjeros que se producen en el país. Pero en diciembre último el nuevo Gobierno eliminó las DJAI y se implementó otro sistema que dejó entrar de todo. Lo que nosotros pedimos es que se vuelvan a aplicar Licencias No Automáticas, que se revise lo que está entrando y qué valor tiene declarado”.
Rolón puntualizó que si se comparan los precios de los productos con otros países, se constatan las fuertes diferencias que existen.
“Si uno toma una lista de precios con artículos de industria paraguaya, brasileña y china se observa una fuerte variación de valores. Con los productos de la región, de alguna forma se puede al menos acercar costos. Pero con los de China, no hay posibilidad de competir, los números quedan a mitad de precio”.
El entrevistado remarcó que “las medidas que venían acompañando al bienestar de la industria hay que seguir sosteniéndolas”.

En medio de inversiones
Apuntó que la crisis productiva llega después de que se realizaron inversiones para generar mayor valor agregado en la provincia.
“Lo más triste para nosotros es que en 2015 hicimos la inversión más grande para industrializar nuestra empresa. Incorporamos una línea de barnizado para los pisos (llamados Prefinished) con maquinaria innovadora que en parte trajimos de Italia y otra parte de Brasil. Hoy esas máquinas están con mucha capacidad ociosa porque cayó nuestra demanda”.
Entre los productos que comercializa la industria se distinguen los pisos, decks y escaleras de madera realizados con Lapacho, Incienso, Anchico, Graphia, Guatambú, Guayubira y las maderas de bosques implantados Eucaliptus Rostrata y Eucaliptus Grandis.


Valor agregado en peligro Desde la empresa se apuntó que mayor tecnología fue incorporada para fabricar los pisos Prefinished. Entre los beneficios aportados explicaron que las nuevas creaciones permiten la utilización inmediata, son de fácil instalación, tienen alta durabilidad y una terminación uniforme. “La tecnología aplicada a estos pisos es superior a la de los pisos que se conocían habitualmente, lo que hace que sean más durables y muy estables”, se recordó.


Opinión Ing Luis E. Lichowski
Ministro de Industria Provincia de Misiones
Importaciones, commodities y competitividad industrial La industria argentina está viviendo los efectos de cambios en las condiciones de comercio exterior, con la apertura a productos industrializados que hace algunos meses no ingresaban al país, o lo hacían con restricciones. Es el caso de pisos de madera, fenólicos, muebles, calzados, almidón de mandioca, entre otros productos cuyo ingreso tiene efectos en nuestra provincia con afectación a empresas, proveedores diversos y puestos de trabajo.
Los sectores empresariales y gremiales, obviamente, se movilizaron prontamente y el Gobierno de la Provincia de Misiones inició sus gestiones ante las autoridades nacionales a fin de que analicen los casos y se tomen medidas para no afectar a las economías regionales. Hemos encontrado en los funcionarios nacionales receptividad y compromiso de atención al tema, actualmente en tratamiento. Con expectativas esperamos novedades y continuamos trabajando en la cuestión. Pero más allá de ello, dos aspectos deben considerarse. Por un lado, los acuerdos del Mercosur implican mínimas restricciones al comercio intrarregional. Esto lleva a que al gestionar productos como el almidón de mandioca de Paraguay, los fenólicos de Uruguay o los muebles de Brasil, que compiten directamente con los similares misioneros, deban preverse dificultades al intentar limitar el ingreso, al menos desde los países del bloque. Pero no cesaremos en nuestra tarea de buscar proteger a nuestra industria.
Por otro, ciertas diferencias de costos con otros países nos muestran que no estamos siempre en la mejor posición competitiva. ¿Cómo abordamos esta situación? ¿Llevando el valor del dólar a veintidós pesos?. Obviamente que no. ¿Reduciendo salarios y beneficios laborales?, claramente, no es el mejor camino afectar a los trabajadores. Además con ello afectaríamos el poder de compra, el consumo, la economía en general, y finalmente, la industria nuevamente. ¿Entonces? Muchas respuestas puede haber, pero una de ellas es que tenemos que trabajar en la competitividad de nuestras industrias, en la formación permanente de nuestros recursos humanos, su calificación creciente; la tecnificación agrícola y la modernización de las plantas industriales, con análisis de su funcionamiento y optimización de sus procesos, incorporando cada vez más calidad. Tenemos que esforzarnos por generar más diversificación productiva, para que estemos menos expuestos a los efectos de los ciclos económicos; trabajar por la agregación de más y más valor, para que generemos más productos finales y no sólo “commodities”, tecnisismo utilizado para denominar a los bienes que vendemos con poca elaboración y que encuentran mucha competencia internacional. Ejemplificando. Nuestro té. ¿Hasta cuando seguiremos enfocando el debate tealero en el precio entre el productor primario y el industrial? Mientras nuestros esfuerzos se orienten centralmente en atender esta interminable negociación y no pongamos más energía y recursos en innovar, dar valor, diseñar nuevos productos finales y los procesos que llevan a ellos, con más investigación y desarrollo; mientras tengamos el conformismo de la comodidad que dan los comodities a algunos pocos y no nos atrevamos a poner más energías en agregar más y más valor, estaremos en deuda con nuestro desarrollo. En síntesis, debemos lograr reducir la importación de productos que compitan con los nuestros, pero ese es sólo parte del camino. La otra parte está dicha, y es el camino que nos llevará no sólo a ser más competitivos frente a productos importados, sino que nos llevará a ser competitivos para exportar, para participar en mejor forma del comercio internacional, todo cuanto podamos.
El gobernador de nuestra Provincia, licenciado Hugo Passalacqua, lo tiene en claro: no hay desarrollo sustentable sin industria competitiva y la decisión de crear un Ministerio con la tarea específica lo refleja. Es un camino necesario.


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