Fenólicos para la construcción ya sufren bajas ventas

La apertura de las importaciones a determinados tipos de compensados fenólicos, especialmente los destinados a la construcción (encofrados), pone en jaque a varias industrias del sector que no pueden competir con los precios de oferta que, en este caso, llegan desde Brasil y Uruguay.
Los fenólicos de 18 milímetros o algunos de menos espesor comenzaron a ser ofrecidos a solamente tres días de los anuncios de apertura a las importaciones de ese producto, que tiene como materia prima la madera de eucaliptus.
En nuestro país -con la construcción en una meseta-, se consumen por mes 15 mil metros cúbicos y se producen 12 mil.
“En un mercado estable sin un gran incremento de la demanda, la situación se torna muy compleja de cara al inminente ingreso de mercadería de los países vecinos, que llegarían con un costo del 25 por ciento menos”, explicó un empresario maderero de Puerto Rico.
“La capacidad de producción de las industrias del Brasil ubicadas a sólo 300 kilómetros de la frontera con nuestro país pondrá en un brete a los fabricantes locales, que probablemente recurran a la producción de terciados de pino de tres milímetros o más para suplir los ingresos que obtenían con el fenólico”, acotó.
“Esa situación pondrá en jaque a las pequeñas industrias que solamente fabrican terciados, ya que comenzarían a competir entre locales” agregó.
El terciado de tres milímetros está destinado a la industrialización de aberturas y muebles y paulatinamente está siendo reemplazado por otros productos, como el tablero de fibra de densidad media (conocido como fibrofácil), lo que también redujo considerablemente la demanda.

Afectados en cadena
En Misiones, hay 1.200 empleados de contratación directa sólo en el rubro compensados, más los de relación indirecta que incluye a industrias forestales, transporte y viveros, entre otros.
Finalmente, no hay que minimizar el accionar de importantes grupos económicos que ven en esta desventaja un nicho de inversión que les ofrece ganancias a muy corto plazo; comprar a los precios que ofrecen Brasil y Uruguay y colocar esa mercadería en la Argentina, es una operación con ganancia asegurada.
El impacto en la economía local sería inmediato y afectaría a un vasto sector productivo especialmente a los del norte y sur de Misiones.

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