En Brasil usan la carne de animales silvestres para platos gourmet

Domingo 3 de agosto de 2014
Contra la caza y el apeo ilegal. | Miguel Ángel Rinas, Daniel Fernández Cata y Juan Manuel Díaz, del Ministerio de Ecología. | Foto: Facundo Correa
Misiones es la potencia argentina de la biodiversidad, tiene gran parte de sus ambientes naturales todavía en buen estado de conservación y representa a nivel taxonómico más del 50 por ciento de la biodiversidad del país y en algunos casos, puntualmente el de los peces y el de las aves, supera el 60 por ciento de especies identificadas, sostiene Juan Manuel Díaz, subsecretario de Ecología de la provincia.
Sin embargo, un riesgo constante es la depredación que ocasionan cazadores furtivos y el apeo ilegal, que están en la base de un negocio millonario.
Anualmente, el Ministerio de Ecología, junto al resto de las fuerzas que trabajan en las rutas, decomisan entre 500 y 1.000 ejemplares de flora y fauna.
Daniel Fernández Cata, director general de Ecología y Calidad Ambiental, explicó que el tener tanta diversidad hace a Misiones objeto de las cadenas que se dedican a la comercialización ilegal de la fauna silvestre. Uno de los casos es el de los peces ornamentales, que tienen un mercado en el Sudeste asiático, donde se comercializan a precio de dólar y "mueven fortunas”.
A través de la Aduana y la Secretaría de Ambiente de la Nación, la Provincia descubrió que estas especies de peces tenían solicitud de exportación al Sudeste asiático. En función de eso, se realizó una solicitud, avalada por todas las provincias del Nordeste, para suspender los permisos de exportación hasta tanto se pueda determinar un listado de especies permitidas para la exportación.
Los grupos permitidos serían aquellos que están perfectamente identificados y catalogados. Actualmente hay identificadas 250 especies y es probable que todavía esté sin descubrir un similar número.
Fernández Cata declaró que hay países que tienen este tipo de normas, por ejemplo Brasil, que a través de Instituto Brasileiro do Meio Ambiente (Ibama) posee un listado de especies permitidas para la exportación con requisitos muy específicos para su manejo.
Por su lado, Miguel Ángel Rinas, director general del Parque El Puma, indicó que el predio alberga 50 especies, que incluyen mamíferos, reptiles, aves y anfibios.   Los monos rescatados son los que más ingresan al centro, debido a que son los que más se encuentran  como mascota.
En este sentido, indicó que “muchas familias tienen como costumbre incorporar en el grupo familiar una mascota silvestre. Se ve mucho en Misiones, en Posadas se hizo un registro de animales en cautiverio y se encontró una cantidad importante que hoy por hoy todavía existe”.
Por lo general, el destino de los animales del parque de rehabilitación termina siendo la liberación, pero hay situaciones más complejas. En el caso del mono caí, tiene dos variedades, una paraguaya y una misionera, que se diferencian por el color del pelo. El caí misionero puede ser liberado en su hábitat pero el caí paraguayo no, “lo tenemos que tener en cautiverio, lo que significa también un mantenimiento”, dijo Rinas.
“Es un tema muy complejo, se necesita experiencia y conocimiento respecto al manejo de estas especies, no se puede devolver una especie al hábitat que no es natural”.
Dentro de la fauna silvestre misionera hay varias especies amenazadas, como el coatí y los tucanes, que a pesar de ser especies protegidas, se los sigue capturando para su venta. Además, los loros habladores y cinco o seis especies de gatos de monte son también víctimas de este tipo de tráfico. Por otra parte, el venado, el chancho de monte y la paca son animales que básicamente se cazan para el alimento.
Con respecto a la flora, las más amenazadas son las orquídeas, los helechos arborescentes conocidos como chachí y las palmeras enanas, todas especies protegidas.
Gran parte de la fauna que es presa del tráfico y comercio ilegal está en cautiverio en condiciones pésimas, y se estima que sólo el 10 por ciento llega vivo a destino, o son rescatados y devueltos al hábitat natural, estimó Díaz.

Oferta, demanda
Rinas explicó que la captura del animal generalmente la realiza una persona de la zona, porque es la que conoce el monte, sabe qué especies capturar; siempre incentivado por una demanda de alguien de afuera que viene a buscarlo.
La forma de traslado del animal, es a través de transporte que se utiliza para otro tipo de mercadería y en su interior van estos ejemplares camuflados. Esa es la forma de sacarlos de la provincia.
El destino son localidades ruteras como Resistencia y Tucumán y las grandes ciudades, como Córdoba y Buenos Aires.
Por otro lado, la situación fronteriza que tiene Misiones con el Paraguay y el Brasil también favorece al tráfico.
En el área del país vecino que limita con la reserva Yabotí, el territorio está devastado en términos ambientales y la gente todavía mantiene una cultura muy vinculada a la caza y a la ingesta de carne silvestre.
 Desde la Subsecretaría de Ecología, Juan Manuel Díaz explicó que “en Yabotí puntualmente hemos detectado a través de estas campañas de patrullaje en compañía de guardaparques, guardafaunas, fuerzas nacionales, Gendarmería, Policía y  guardaparques de Río Grande Do Sul, una red que comerciaba con la carne silvestre, y hemos destruido decenas de campamentos y corrales en donde eran colocados estos ejemplares, como por ejemplo el pecarí, para después proceder a su comercialización en restaurantes, como en Brasil, donde se lo presenta como un plato gourmet a expensas del patrimonio natural de los misioneros”, explicó.
Por ello, concretamente la cartera de Ecología provincial pidió a través de los senadores del Frente Renovador la inclusión y la tipificación en el Código Penal de los delitos ambientales.
A su vez, solicitaron a la Cancillería y a la Secretaría Ambiental el refuerzo de la presencia en la zona de frontera lindante al Pepirí Guazú, que en épocas de sequía se convierte en un paso accesible y sin controles que facilita la depredación.

Denunciar
Recordaron que el mejor lugar de una animal es su hábitat natural, y por eso se debe denunciar la existencia de animales en cautiverio directamente en la Dirección de Biodiversidad en el Departamento de Fauna al (0376) 4447592.

:: Notas relacionadas
La extinción  de las especies
Un problema ambiental y social
Crece la venta ilegal de animales misioneros en ferias de Buenos Aires
Especies amenazadas, por qué es importante salvarlas de la extinción
“Algunos arácnidos están en peligro en Misiones”
Más de 60 especies de ranas y sapos coexisten en la provincia