Paz y Godoy muy complicados por cotejos de ADN

Martes 16 de septiembre de 2014
Cabellos encontrados en la escena del crimen y muestras tomadas de una barra de hierro serían concluyentes para implicar al ex prefecto Pablo Paz (51) y a Juan Godoy (44) en el cuádruple homicidio de la familia Knack, ocurrido el 25 de mayo pasado en la localidad de Panambí.
Con estos elementos, más una serie de testimonios y huellas, la jueza Alba Kunzmann de Gauchat contaría con elementos contundentes para dictar la prisión preventiva de los citados, quienes desde un primer momento fueron sindicados como los principales sospechosos del aberrante hecho.
Según fuentes del caso, en la víspera la magistrada notificó a los defensores de los acusados el resultado del informe genético remitido desde un laboratorio de Buenos Aires, donde se confirmaría la responsabilidad de Paz y Godoy. 
En tanto, El Territorio averiguó que resultaron claves las muestras de cabellos recogidas en la escena del crimen por el personal de la División Criminalística, tanto en un pasamontañas como en otras dependencias de la casa del kilómetro 7 de la ruta provincial 5.
Asimismo, se encontraron rastros genéticos en una barreta de hierro que utilizaron los delincuentes para golpear a las víctimas antes de ser prendidos fuego vivos. Las propias víctimas, antes de colapsar por las gravísimas lesiones que luego les costaron la vida, habían mencionado que los encapuchados que irrumpieron en su hogar portaban una pistola uno, un cuchillo otro y los demás barras de hierro. 
Además del cotejo de ADN, también el análisis de las líneas de telefonía celular habría determinado que Paz y Godoy se contactaron el 25 de mayo pasado, antes y después del hecho, a través de mensajes de texto. 
La Secretaría de Apoyo para Investigaciones Complejas (Saic) analizó una veintena de chips de telefonía celular y casi una decena de aparatos y sus respectivas memorias internas.

Complicado
El resultado de las pericias genéticas ratificaría las sospechas contra el ex prefecto, de quien a las horas del hecho se halló una huella dactilar en una caja de zapatos donde los Knack guardaban el dinero que fue robado el día del hecho. 
Tampoco se pueden subestimar los dichos de Cristian Knack (25) antes de morir, quien mencionó que su padre luchó con un “prefecturiano o ex prefecturiano” y le sacó el pasamontañas.
Por otra parte, no habría pruebas para comprometer al chapista Marcial Alegre (45) ni al suboficial mayor del Ejército Orlando Bueno (52), por lo que las respectivas defensas insistirán con los pedidos de falta de mérito y excarcelación.