Caso Josías: el obispo de Oberá rogó que “no se detengan las investigaciones” por el homicidio

“Si toda muerte es dolorosa, la de Josías lo es de un modo particular por haber ocurrido en nuestra ciudad de Oberá en un contexto oscuro y dramático”, expresó monseñor en una nota enviada a El Territorio. Mañana desde las 19.30 se realizará una concentración en reclamo por justicia
lunes 29 de abril de 2024 | 20:20hs.

Mañana se cumplirán dos años de la desaparición de Josías Galeano (15), el adolescente obereño cuyo cuerpo sin vida fue hallado 34 días más tarde en un bañado a las afueras de la ciudad.
Si bien hay un detenido y procesado por el homicidio, desde un primer momento la madre de la víctima expresó sospechas sobre el accionar policial, indicios que luego tuvieron su correlato judicial con la apertura de una causa paralela que tiene como imputados a dos integrantes de la fuerza provincial. En ese contexto, mañana está prevista una marcha en reclamo por justicia. La convocatoria fue pactada para las 19.30 en el Centro Cívico.

Al respecto, siempre presente en este tipo manifestaciones sociales, el obispo de Oberá Damián Bitar sumó su voz al clamor por la verdad. “A dos años de la desaparición del adolescente Josías Galeano, luego hallado sin vida, me solidarizo con sus familiares y amigos en su reclamo por verdad y justicia. Si toda muerte es dolorosa, la de Josías lo es de un modo particular por haber ocurrido en nuestra ciudad de Oberá en un contexto oscuro y dramático”, expresó monseñor en una nota enviada a El Territorio. Y agregó: “Rogamos que no se detengan las investigaciones y que la justicia pronto pueda esclarecer este caso tan doloroso a fin de llevar paz a su familia y seguridad a la comunidad”.

La situación del detenido
Según el testimonio de Carolina Ramírez, la mamá de Josías, el 30 de abril de 2022 luego de almorzar el menor salió de su casa con rumbo a una barbería. Fue la última vez que lo vio con vida.

Más allá de las sospechas de la progenitora hacia el accionar policial, lo que corroboró en la justicia, la investigación (de la propia Policía) apuntó hacia Andrés Rogelio T. (26), quien se halla con prisión preventiva.

En tal sentido, en diciembre pasado la Cámara de Apelaciones en lo Penal y de Menores de Misiones rechazó un planteo defensivo y confirmó la elevación a juicio del expediente que investiga el homicidio. El mismo se tramita ante el Juzgado de Instrucción Uno. La resolución se tramitó ante la Sala II de la Cámara y estuvo a cargo de José Alberto López con adhesión de José Jacobo Mass.

Por ello, cerrada la instrucción y elevado a juicio el expediente, resta que el Tribunal Penal Uno fije fecha para el debate oral.

En octubre pasado el defensor oficial Matías Olivera apeló la elevación a juicio en función a las contradicciones expuestas por el principal testigo de la acusación, como también la imposibilidad de probar la mecánica y fecha de muerte de la víctima, según su óptica.

En respuesta a ello, la Cámara reconoció que “existen contradicciones entre lo declarado por los testigos, que no representan elemento de cargo en contra del imputado, y que existen contradicciones obvias que no tienen que ver con valoración o percepción que puede cambiar con el tiempo”.

“Sin perjuicio de ello, y conforme las constancias de autos, se verifica que el planteo recursivo no resulta suficiente para desvirtuar el auto de elevación a juicio, dentro del grado de conocimiento requerido para esta instancia del proceso”, agregó.

La pista policial
Con relación a causa paralela que tiene dos policías imputados, el pasado 26 de marzo se realizó una inspección ocular de la Seccional Cuarta de Oberá donde Josías Galeano estuvo detenido de manera irregular, según lo determinó la justicia.

“Era la media mañana que trajeron al menor, era un guachincito. Un día de lluvia lo trajeron de shorcito y de musculosa, ahí nosotros le dimos ropa, pantalón y un abrigo. Nosotros le dimos un taper con comida. Él estaba esposado por la reja. Entre los calabozos hay un patio y ahí está la reja, no tiene techo, por eso mismo le prestamos la ropa. Estaba solo ahí, estuvo hasta la tardecita esposado por la reja”.

Dicho testimonio fue recpcionado por el Juzgado de Instrucción Dos de Oberá el 26 de mayo de 2022. Ese testigo y otros que estaban detenidos en abril declararon haber visto al menor esposado en la Seccional Cuarta.

En consecuencia, inicialmente cuatro efectivos de la dependencia fueron imputados por “omisión de hacer cesar o denunciar detención ilegal, falsedad ideológica, privación ilegal de la libertad agravada, severidades y amenazas”.

Se trata del expediente 82819/2022 que, con el avance de la investigación, decantó las responsabilidades en el oficial subayudante Carlos Juniors M. y el cabo Daniel M. En tanto, otros dos policías fueron sobreseídos.

Por ello, a instancias de la fiscal Miriam Silke, el juez de Instrucción Dos de Oberá, Horacio Alarcón, ordenó una inspección ocular en la Seccional Cuarta a los fines de determinar si la disposición interna de la misma coincide con el aporte de los testigos que afirmaron haber visto al menor esposado en la dependencia.

“Me van a matar”
Vale recordar que a los pocos días de la desaparición del chico y cuando aún lo buscaban con vida, su mamá denunció a efectivos de la Cuarta por presuntos hechos de violencia y amenazas contra su hijo.

Además del testimonio citado, el juzgado recepcionó el aporte de una persona que contó que Josías Galeano le manifestó que el oficial Juniors M. le habría propinado golpes mientras se encontraba detenido.

“El Chiqui (apodo del menor fallecido) cayó detenido en la Cuarta un par de horas, ni en el calabozo le pusieron. Allá el oficial M. le pego una piña en el ojo”, se cita en el expediente.
También consta el relato de la madre de la víctima, quien detalló “que el pasado 11 de abril (de 2022), alrededor de las 11.40, se presenta en mi domicilio un móvil policial con dos policías a quienes identifico como M. Carlos Juniors y M. Daniel, los que exigieron hablar con Josías por el supuesto hurto de un celular”.

“Daniel M. lo alza por la fuerza, Josías se agarra de la puerta de la casa y me dice: ‘que no me lleven porque me van a matar’. Mientras se producía el forcejeo el mismo policía me exigía que busque el supuesto celular”, señaló.

Dicha patrulla pertenecía a la Seccional Cuarta, por lo que la progenitora llamó por teléfono y le informaron que a las 18 la buscarían “para presentarnos a la Seccional Segunda para que un médico revise a mi hijo. Una vez allí pude ver que este se encontraba golpeado, con moretones en su rostro, piernas, brazos y espalda”.

“Josías alcanza a expresar: ‘viste mami que los policías me pegaron’, a lo cual Daniel M. le responde que es un chorro y que si lo encontraba en la calle no la iba a contar”, agregó.
Otro dato significativo: la noche previa a la desaparición del menor, dos policías de civil lo estaban buscando en el barrio, tal como consta en el expediente.

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