Desde que se encontraba abandonado, el histórico edificio fue materia de una ardua investigación periodística encarada por El Territorio en archivos y bibliotecas, sobre todo en cuanto a determinar la fecha precisa de su inauguración, la alternancia de sus propietarios y las razones del proyecto. A fines de 2010 se contactó en Buenos Aires a Raquel Barthe, descendiente de la familia de los primeros propietarios, quien a su vez integró a la búsqueda a su primo Patricio, que reside en Canadá. Desde allí llegaron dos páginas escaneadas de un viejo artículo que mencionaba las actividades del próspero empresario fluvial e industrial Domingo Barthe padre, cuyos originales estaban en posesión de Gloria Benítez, que reside en las islas del Delta. Ubicar a Gloria fue un desafío que permite hoy mostrar una primicia del pasado. En una de las páginas aparece la fotografía más antigua que se conozca del edificio ya que se lo ve en plena construcción entre andamios.
El deterioro del tiempo (casi 100 años) y la técnica de impresiones de entonces, la volvían valiosa pero ilegible, borrosa, pixelada. Recientemente la fotografía fue intervenida por Yenny Zir, diseñadora gráfica recibida en la Facultad de Artes de Oberá, que actualmente reside en Alem y que procesó la vieja fotografía con herramientas de alta tecnología durante dos semanas, alcanzando finalmente la nítida imagen que se luce en esta página. Dos elementos se funden en esta: la historicidad y el avance tecnológico moderno.
Llamativamente pueden verse en uno de los ventanales del primer piso sobre calle Colón a tres individuos, aparentemente obreros, y un cuarto, jinete a caballo, sobre calle Sarmiento, que no se descarta, sea Domingo Barthe.