Recrudece la lucha con cazadores ilegales en los límites con el Brasil

Martes 16 de octubre de 2012
En los últimos 90 días los operativos de control y vigilancia de los guardaparques del Ministerio de Ecología, en conjunto con la Policía de la Provincia, terminaron con una inusual cantidad de cazadores furtivos detenidos, casi todos brasileños. La intensificación de la actividad de los hombres de verde tienen directa relación con la incesante movilidad en la frontera casi seca de las personas que desde hace años se internan y acampan en el corazón de la Reserva de Biósfera de Yabotí.
Precisamente, los informes sobre los últimos procedimientos de Ecología dan cuenta sobre una permanente presencia de los cazadores en las líneas de recorrida más frecuente de los vigías, teniendo en cuenta que, incluso, los pesquisas de la selva se decidieron a seguir las huellas de los sospechosos de siempre.
“Es así, lo que sucede en Yabotí nos obliga a estar pendientes y ocupados todos los días… en tres meses se detuvieron a diez cazadores y a todo su armamento, que es por lo que se los detiene, y quedan supeditados a las causas en la Justicia”, dijo Juan Manuel Díaz, el subsecretario de Ecología y jefe de los operativos que se cumplen en todos los parques provinciales.
Tras la detección de los rastros de las personas que se internan en la selva, los guardaparques finalmente sorprendieron a dos personas portando armas de fuego. Cuando el encuentro fue inminente, uno de los cazadores armados dio a la fuga y abandonó sus pertenencias. La otra persona, ante la presencia de la Policía, decidió quedarse en el mismo lugar que fue interceptado.
Dos escopetas calibre 32, ocho cartuchos del mismo calibre y un venado pardo ya faenado -que había sido cobrado como pieza por los furtivos- fue parte de lo incautado en poder de los furtivos.
“En sí, el delito mayor es por la tenencia y portación ilegal de armas, no tanto por la caza de, en este caso, un venado. Si fuese un yaguareté, sí, la situación legal cambia”, explicó Díaz.
“En el caso de Yabotí, esa zona es de prioridad para nosotros, en total contamos con 105 guardaparques y en ese punto están destinados 40, es decir, la mitad de los recursos se destinan allí”, dijo como ejemplificando lo que sucede en la última etapa de este 2012.

Todos armados, todos bravos
El último procedimiento de Ecología se asemeja mucho al anteúltimo y a los últimos realizados en otros puntos de la provincia, como en el Parque Puerto Península.
En Yabotí, en donde perdura aún el máximo incidente armado -con muertos de por medio- hace cuatro años atrás, debieron intervenir en agosto los expertos apostados en los Parques Provinciales Moconá y Esmeralda.
En estos dos parques provinciales fueron sorprendidos cuatro personas que se encontraban practicando caza de forma ilegal dentro de la reserva de Biósfera Yabotí, en el lugar conocido como Paraje 4 Bocas.
Casi de la misma forma que en el último procedimiento, los apresados tenían en su poder dos escopetas calibre 16 y dos más de calibre 28, con 29 municiones en total, que fueron puestas a disposición de Ecología.

Los árboles, los aserraderos
Al mismo tiempo que los guardaparques y gendarmes se internan diariamente en el Yabotí, los inspectores forestales también debieron acentuar los controles por la incesante actividad de la tala ilegal de árboles en la reserva.
El ingreso y egreso de los camiones de Yabotí es a diario. Claro que la diferencia radica en la legalidad de las guías y de los permisos otorgados por el Gobierno para la explotación de distintas especies de árboles.
Según lo explicado, desde junio en adelante, este año fueron varios los aserraderos que fueron clausurados en la zona de San Vicente, San Pedro y 25 de Mayo.
Los brasileños se llevan toda la madera que pueden, especialmente el cedro, especie que en Brasil ya no hay. Los gendarmes o guardaparques se topan demasiado seguido con rollos que no pudieron ser pasados por el río al otro lado de la frontera. Y si no fueron pasados, fue precisamente porque los campesinos supieron a tiempo de la presencia de los del equipo especial.
Y como quedan demasiado cerca de la pendiente, hacia el Pepirí, es cuestión de empujarlos y después pasarlos por canoa o  arrastrarlos por las vacas.


Una reserva de lotes privados
La reserva de Biósfera Yabotí está ubicada en los departamentos de San Pedro y Guaraní, comprendiendo los municipios de San Pedro y el Soberbio, en la zona Centro-Este de la provincia de Misiones.
En la parte Este limita con el Brasil y comprende gran parte del Estado de Santa Catarina y parte del Estado de Río Grande Do Sul, donde se encuentra el parque Estadual Do Turvo, en su límite con Misiones, sobre el Río Uruguay, a la altura de los Saltos del Moconá.
La reserva de Biósfera de Yabotí está constituida por 119 lotes, en su mayoría de propiedad privada.
Quedan incluidas dentro de esta reserva al Parque Provincial Moconá y la reserva de Esmeralda, ambos de dominio del Estado provincial. 
La superficie que ocupa la reserva es de aproximadamente 240 mil hectáreas, cubriendo en su mayor parte un relieve de serranías, habiendo en muchos casos pendientes muy pronunciadas.