Algo inestable hoy, refresca mañana y nuevo aumento térmico

Lunes 20 de octubre de 2014

La humanidad depende actualmente para su supervivencia en mayor medida del clima que lo que requería hace unos 20 años. Una mayor cosecha no sólo disminuye el hambre en el mundo sino que permite un mejor pasar a los países productores. Y una cosecha óptima no sólo requiere un mayor conocimiento del tiempo, sino saber qué plantar conforme al devenir del clima en los años por venir. Y aún más, poder anticipar los fenómenos que alterarán el clima, eso es si predominarán las sequías o los diluvios en los decenios futuros y encarar las obras de infraestructura que se requieran con el tiempo suficiente. Y para ello debemos avanzar en el estudio de los océanos y de los vientos que serán los que nos den la clave del clima en el futuro.

Inundaciones en el verano

Absortos en el estudio de fenómenos como El Niño y su opuesto La Niña, no vimos venir el cambio en el océano Atlántico, que habrá de determinar las características generales del clima en los próximos 25 a 30 años.
Y así es como en los pasados 25 años el predominio fue para la anomalía de La  Niña, con sequías difíciles de olvidar como la que azotó nuestra región en los años 73/74 y nuevamente en los años 88/89.
El Niño por su parte, tuvo recordadas inundaciones los años 82 y 83 y en el 97/98. Como puede apreciarse en los años indicados, el decenio de transición de los años 80 se sucedieron los efectos más notorios, que se repiten a la mitad del período multidecadal.
Entre 2014 y 2015 tendremos una transición multidecadal que tendrá como principal actor a El Niño por lo que podemos esperar (al igual que en el 82/83) para enero y febrero del 2015, un nuevo episodio de maxi-inundaciones por lluvias torrenciales.

Lluvias sólo desde el oeste
La oscilación del Pacífico Sur, como se conoce también al fenómeno de El Niño se alteran las presiones atmosféricas a lo ancho del océano, bajan las presiones en el lado de América, y aumentan en  Australia. Lo que da por resultado un corrimiento de las aguas superficiales (cálidas) hacia la costa americana.
Pero en el Atlántico por la condición de homeóstasis atmosférica (equilibrio interno de las presiones) ocurre el fenómeno inverso, se generan altas presiones que frenan los vientos del Este (alisios).
De tal manera, que las lluvias en el verano de El Niño dependen de los vientos de altura del Oeste que encuentran una extensa zona de baja presión permanente entre Perú y el Sur de Brasil, denominada Zona de Convergencia del Atlántico Sur.
A través de ella se produce un abundante pasaje de humedad de las recalentadas aguas del Perú, que pasan por Misiones.
El Noroeste argentino, que depende de la llegada de vientos del Este a la precordillera, quedará en sequía durante El Niño.
Semana con muy pocas lluvias
Actualmente nuestra región continúa dominada por aire cálido y húmedo. El aire frío que ingresa en altura desde el Sur continúa frenado por un frente cálido que desde hace un par de semanas se forma a la altura de Santo Tomé y que permanece estacionario gracias a la persistencia de vientos del Norte en niveles bajos de la atmósfera.
Esta situación produce abundante nubosidad nocturna de desarrollo vertical, y es esperable que durante la madrugada de hoy algunas formaciones convectivas generen importante actividad eléctrica con precipitaciones muy escasas y aisladas (2 a 5 milímetros).
En la zona Norte algunas celdas aisladas generarán algunos chaparrones (10 a 25 milímetros) y en áreas muy localizadas no se puede descartar la caída de granizo.
La situación estará acompañada de un cambio de vientos al Sur, con brisas regulares por momentos y que iniciarán un descenso térmico que frenará las temperaturas máximas de hoy en 27º en zona Sur y 23º en el Norte, y alcanzará una mínima de 14 y 16º respectivamente para mañana temprano.
El resto de la semana continuará la tregua sin lluvias, con vientos leves que alternarán entre el NE y el SE, manteniendo abundante nubosidad que no llegará a cubrir el cielo.
El aumento térmico será diario, pero lento, con mínimas de 16 a 18º hasta el jueves y máximas entre 31 y 33º.
El fin de semana el aumento se acelerará para alcanzar de 20 a 22º de mínima, y máximas de hasta 35º.
Al comienzo de la semana próxima, los vientos del Norte volverán a adueñarse de nuestra región, determinando un nuevo aumento de las temperaturas en un rango ya de calor intenso (35º y más), abundante nubosidad y un gradual aumento de la humedad.

Por Alfredo Yaquinandi