Cartas de Lectores

Viernes 29 de agosto de 2014

La verdad de la milanesa

Señor Director:
Que era de mondongo. Es decir que nuestra actual tragedia nacional, económica, legal, técnica y política se puede explicar pero jamás tendrá justificativo alguno. Para poder tratar de entender qué nos está sucediendo, básicamente hay que aceptar mentalmente la idea del fanatismo religioso, que hoy los partidos políticos son una religión de fanáticos.
Empecemos por explicar la palabra religión de Dios que en este caso no es religión política. “Religión” viene del latín “religare” que significa reunir, volver a estar juntos a gente que básicamente aceptan una misma creencia en Dios y une comportamientos y convivencias que permiten, respetando las mismas leyes (creencias en Dios), trabajar y progresar social y económicamente en conjunto.- Las más antigua pero actual es la del Decálogo (bíblico) de Moisés que sigue en vigencia.

Para cualquier “política” el fanatismo es lo más peligroso que hay y vean lo que sucede en el mundo musulmán.
Veamos la religión política, acá. Originalmente Política viene del griego antiguo (Platón) y significa “Polis Tekos”, temas de la ciudad y por ahí de la Administración de los dineros del Pueblo que retornan al Pueblo en escuelas, hospitales, caminos y medios de comunicación.
A notar que acá en este momento no hay en la República Argentina un solo grupo político que tenga un “plan de trabajo” o plataforma de rendir cuentas, salvo quizá la Ciudad de Buenos Aires.
Es decir que casi todos los partidos políticos con sus jefes a la cabeza toman al Pueblo argentino por papúas o pigmeos africanos pero no por ciudadanos. Se creen ellos una asociación de seres superiores que no tienen por qué rendir cuentas de toda la plata que nos saquean con impuestos perfectamente ilegales. Los señores representantes del Pueblo sólo piensan en enriquecerse y asegurarse una jubilación de privilegio sin aportes ni nada que la justifique.
En efecto, todos son fanáticos, tienen dogmas, que en el diccionario quiere decir “creer” en algo, que no se demuestra científicamente.
Los componentes de esos “partidos” políticos fanáticos actuales hoy son los mismos de las guerrillas apátridas, infiltrados en los partidos que no creen en deidad alguna pero si creen que son más inteligentes que el resto de los habitantes de la República Argentina y quieren imponer, de un modo u otro un sistema de vida comunista y otra, diferente al resto de la humanidad y de nuestros vecinos en particular. Colectivismo forzado, destrucción de las fuentes de trabajo particular, hambre y miseria para todos, pero los del “partido” y ellos solos ricos, poderosos e impunes.
Como guerrilleros armas en mano, matando sin discriminar ancianos y niños, fallaron; el Pueblo Argentino los denunciaba y gracias a eso nuestras Fuerzas Armadas los derrotaron, esto es público y notorio. Luego entonces se infiltraron en lo que quedaba de los actuales partidos políticos hoy existentes, obsoletos de ideas decadentes perimidos, sin plan alguno y obviamente sin tecnología; casi lo lograron. Las actuales autoridades se enriquecieron tan fabulosamente que ya son leyenda internacional y en algunos casos se los busca mundialmente. El Poder corrompe y el poder absoluto corrompe absolutamente. Estos políticos actuales son ejemplares acabados de gente que no aprendió lo que les enseñaban sus padres de honestidad y trabajo. Son ignorantes absolutos y se creen aún hoy todopoderosos e impunibles, pero son delincuentes coimeros que tienen que devolver lo que lo robaron al Pueblo y en el baile tienen que caer los de la oposición, más por omisión que por comisión de delitos, al no cumplir constitucionalmente las denuncias del caso. Son cómplices que no pueden decir yo no sabía, juraron cumplir y hacer cumplir la Constitución Nacional. No cumplieron. Blasfemos, eso son además de ladrones del dinero público.
Entonces la ciudadanía debe participar buscando gente joven y nueva, que no haya participado en política en los últimos diez/doce años.
En la actualidad los gobiernos vigentes fanáticos quieren que toda la ciudadanía sea pobre y miserable y entonces los fanáticos de turno en el gobierno van a ordenar cuales pueden ser ricos por afiliados, es decir fanáticos obedientes. Es decir bolcheviques, nazis y/o fascistas, todas ideas obsoletas perimidas. Es tiempo que el Pueblo empiece a pensar en hacer como antes: engrudar a esos fanáticos mentirosos, emplumarlos y ponerlos en la picota pública al cepo y estaquearlos hasta que devuelvan lo que robaron.
Nota de Conadep, etcétera u otros: que devuelvan: toda intervención económica dirigista del Estado en las empresas privadas productoras primarias y/o industriales es “nocdicial” y conduce a la pobreza total. Lo estamos viviendo hoy, ahora y acá en promocionar determinadas actividades productivas y creadoras de trabajo, de créditos a bajo interés y larguísimo plazo. La historia de la Humanidad es clarita: Donde intervino el Estado termino en quiebra. Rusia y China son ejemplos terminantes.
El Estado debe ser “Res pública” democrática y federal con cuentas claritas. No puede ser ni dictatorial, ni tiránica y mucho menos déspota.

Guido Lagier
C.C. 51 – CP – 3300 Posadas, Misiones