Una mujer de 37 años se suicidó arrojándose a la Garganta del Diablo

Miércoles 6 de marzo de 2013
A sólo tres días de cumplir 38 años, una mujer decidió terminar con su vida arrojándose a la Garganta del Diablo en las Cataratas del Iguazú.
Fue ayer, a las 9.50, cuando Mónica Heck, oriunda de Puerto Esperanza, pasó la baranda del salto, se sentó sobre una roca y se dejó caer, según contó a El Territorio un guía de turismo.
Heck, que trabajaba como docente en una escuela de Wanda, ingresó al Parque Nacional acompañada por un grupo de turistas con quienes recorrió la pasarela que conduce a la Garganta del Diablo. Según contó un fotógrafo, la mujer estaba muy apurada para llegar al lugar.
Miguel Ángel Alvarenga, guía de turismo, afirmó que la docente se encontraba cerca de la baranda cuando en un momento la traspasó y se quedó parada sobre la roca. Sorprendidos, turistas y fotógrafos  comenzaron a pedirle que se retirara del lugar.
Luego la mujer se sentó en el borde del precipicio, junto a unos juncos sobre las piedras cubiertas de musgo, con las piernas colgadas en el vacío. Por último, hizo un pequeño movimiento, como empujándose hacia el salto, y cayó al vacío.
Testigos indicaron que, mientras todo esto ocurría, un fotógrafo del Parque salió corriendo de la zona, como para no presenciar el fatal desenlace. Mientras que una turista se desmayó.
Asimismo, otro fotógrafo explicó a El Territorio que el lugar desde donde se tiró Heck es de muy difícil acceso y añadió que no podía entender cómo hizo la mujer para llegar tan rápido al precipicio. 
Después de que Mónica se lanzó al vacío, se dio aviso a los guardaparques que se hallaban en el lugar y éstos a su vez a la Policía, que se presentó minutos después en ese sector del Parque Nacional Iguazú. 
El contingente de turistas fue evacuado y se precintó el balcón del salto para que los forenses puedan trabajar y ubicar a los testigos.
Heck era de contextura delgada, cabellos cortos, color castaño claro. Y tenía un hijo. Entre las pertenencias que dejó la mujer, se encontró su cartera con su documento y un pasaje de colectivo, el que usó para llegar hasta el Parque Nacional. Además, aparecieron papeles que indicaban que Mónica sufría una enfermedad terminal y que, paralelamente, estaba atravesando un tratamiento psicológico.
Mientras tanto, personal de Prefectura con la logística de la empresa concesionaria de los paseos náuticos Iguazú Jungle, trabajaba en el lugar para rescatar el cuerpo y retirarlo por la zona del puerto.
Hasta la noche de ayer, Policía de Misiones, Prefectura y Guardaparques continuaban la búsqueda del cadáver río abajo, pero no habían tenido resultados.

El recuerdo de la escuela
Horas después de que trascendiera la noticia del suicidio de Heck, la escuela 658 de la localidad de Wanda publicó en su cuenta de Facebook un emotivo mensaje de despedida para la docente.
“Has tomado una tremenda decisión y nos has sumergido en la más triste realidad!!! No comprendemos muchas cosas pero sabemos que hemos intentado por todos los medios y formas de ayudarte... Siempre fuiste muy independiente y decidida!!!! Pero... esta vez debiste contar hasta mil y no lo hiciste... Nos has dejado miles de preguntas... Pero una vez más debemos respetar tu decisión...Rezaremos por vos,aún más... Dios te reciba y te de la Paz que tanto buscabas!!!! Te Recordaremos Siempre!!!!!!!!”, dice el texto.

La Garganta
El sitio elegido por Heck para terminar con su vida, la Garganta del Diablo, ya ha sido escenario de otros suicidios en los últimos años.
El miércoles 14 de abril de 2010, también fue una joven de Puerto Esperanza la que se arrojó del salto. Se trataba de Karina Andrea Aquino, quien había llegado a su localidad natal desde la ciudad de Buenos Aires para asistir al velatorio de su hermano.
Aquel día la muchacha había ingresado sola al área de Cataratas, fue hasta el final del balcón de la Garganta y dejó sus pertenencias a otra turista que se encontraba allí, entonces trepó a la baranda y saltó al vacío.
Entre las pocas pertenencias que Karina dejó en ese momento había una cartera con sus documentos, un teléfono celular y 500 pesos en efectivo. También dejó en la pasarela las botas que llevaba puestas.
“Entregáselo a mi mamá”, le habría dicho a la mujer a quien le dejó su cartera, según dijeron testigos.
Casi tres años antes, el domingo 15 de junio de 2008, una turista alemana fue quien se arrojó a las Cataratas. La víctima fue identificada como Cristina Solano Montero, de 57 años, quien se había alojado en un hotel de Puerto Iguazú poco antes de concretar su suicidio.
La Policía pudo establecer la identidad de la visitante extranjera gracias a un guardaparque que encontró una bolsa de la víctima en el tren ecológico que recorre el predio del Parque Nacional Iguazú.
Dentro del bolso había un papel en el que constaba el apellido y el número de habitación en la que Solano Montero se hospedaba.
Por otra parte, el 27 de octubre de 2006 y tras dos días de intensa búsqueda, pudo encontrarse el cuerpo de una mujer que se había arrojado a la Garganta del Diablo.
Fue una patrulla de la Prefectura Naval Argentina la que localizó los restos de Yolanda Ruiz Díaz, de 26 años, tal como la identificaron sus propios familiares.
La mujer que se quitó la vida  en el principal centro turístico de la provincia tenía su domicilio en el paraje Yuquerí de la localidad de Garuhapé.
Dos de sus hermanas, María Silvia y Margarita Belén, le contaron a los investigadores que ella padecía un grave cuadro depresivo.
“Tengo muchos problemas, soy de Garuhapé, no sabés el gran favor que me hacés”, le dijo Ruiz Díaz a una empleada del Parque Nacional a quien le pidió que le pagara la entrada.
Luego, la mujer se dirigió a la pasarela que conduce al balcón de la Garganta del Diablo.  Una guardaparque la vio y como era la hora del cierre del paseo le pidió que se retirara.
Ruiz Díaz le hizo una seña con las manos para que la aguardaran. Después, cruzó la baranda, se paró sobre las rocas y finalmente se dejó caer entre los millones de litros de agua.