Misioneros desarrollaron el primer nebulizador solar del mundo

Sábado 21 de junio de 2014 | 08:35hs.
Ferreyra. | Mostró cómo funciona el equipo que tiene una vida útil de 12 años. | Foto: César Lasso

El primer nebulizador solar del mundo fue desarrollado en la provincia por Daniel Ferreyra, ingeniero electrónico, y por Ronny Fuchs, técnico en informática. A los misioneros les llevó unos cinco años sacar adelante el equipo. Ahora están en busca de financiamiento para poder montar una fábrica y concretar el emprendimiento que apunta a dar una oportunidad de empleo a los egresados de escuelas técnicas; además de poner a disposición de la salud equipos de vanguardia producidos en la tierra roja.

 

Cabe destacar que ambos innovadores desarrollaron también un aspirador quirúrgico (ver recuadro) y están a pocos pasos de concluir la construcción de un tomógrafo de temperatura, según contó Ferreyra.

 

El ingeniero electrónico recibió ayer al El Territorio en su casa para contar sobre el emprendimiento y mostrar cómo funcionan los equipos. “Yo hacía reparación y mantenimiento de equipos biomédicos y eso tiene su techo. Por eso un día comencé a ver qué podía hacer o fabricar acá en la provincia”, recordó. “Me llamó la atención los nebulizadores que están presentes en todos los hospitales, casas y farmacias y ya hace mucho tiempo las enfermedades respiratorias se dan en mayor número, sobre todo en nuestra provincia con sus cambios climáticos, también aparecen nuevas patologías. Todo eso me dio pie a avanzar en la idea”, añadió.

 

El emprendedor señaló que debió buscar información médica y trabajar con profesionales de la salud para desarrollar el nebulizador. “Se me ocurrió la idea de diseñar un equipo que no tenga problemas de energía y que pueda ser manejado por cualquier persona. Así empecé a trabajar con la energía solar y desarrollé el equipo en unos cinco años con ayuda de Ronny Fuchs que es técnico en informática y me ayuda en todo lo que tiene que ver con el software”, explicó Ferreyra.

 

Sobre las características del nebulizador, señaló que tiene una autonomía de ocho horas y cuenta con un reloj temporizador que controla la cantidad de tiempo a nebulizar.

 

Sólo 20 minutos para cargar

 

“Requiere una exposición de 20 minutos a pleno sol y no sólo nebuliza sino que también aspira. Su diseño está hecho para que funcione a nivel pediátrico y también a nivel adulto”, detalló. Asimismo, indicó que su manejo es muy fácil, requiere regular el reloj (se puede como máximo nebulizar hasta diez minutos sin corte) y empieza a trabajar. Además, tiene la variable que no tienen los otros equipos que es que se corta solo, ya que el temporizador hace que una vez terminado el tiempo pautado de nebulización, el equipo se apague.

 

“Mantiene la recarga y está diseñado para trabajar sólo con energía solar, ni siquiera tiene la alternativa de una fuente de energía eléctrica para recargar. No funciona así, por eso tardamos tanto tiempo para que el equipo rinda”, dijo el emprendedor.

 

Otra de las características del equipo es que funciona a presión. “No es ultrasónico, no se quema y tiene bajo mantenimiento. Puede utilizarse en lugares donde no hay acceso a la red eléctrica o en caso de catástrofes donde falla la electricidad”, añadió.

 

Además, el equipo tiene como tiempo de vida útil entre diez y doce años y requeriría su primer mantenimiento recién después de los cuatro año de uso.

 

Ferreyra señaló que su proyecto apunta a montar una fábrica en la provincia y dar empleo, sobre todo, a los jóvenes que se reciben de las escuelas técnicas. “Hay muchos chicos recién recibidos que no tienen muchas oportunidades actualmente y que representan para mi proyecto una mano de obra calificada”, sostuvo.

 

Actualmente, tanto en el Ministerio de Salud como en el Consejo de Energías Renovables tienen conocimiento sobre el trabajo que lleva adelante Ferreyra. “El ministro de Salud de Misiones (Oscar Herrera Aguad) junto a varios médicos evaluaron el prototipo, incluso nos recomendaron algunos cambios y ajustes que ya le hemos realizado pero hasta el momento no logramos recibir la ayuda necesaria para poder comenzar con la fabricación”, señaló Ferreyra. Estimó que serían necesarios unos 3 millones de pesos para poder arrancar con la fabricación de los nebulizadores en Misiones y emplear por lo menos a diez personas.

 

También explicó que el armado del implemento requiere siete minutos, "se trata de una tecnología relativamente sencilla y todas las partes se consiguen en el país por lo que no requiere importar nada", destacó.

 

“Esto me pareció la salida más viable. Implica dejar algo bueno para la sociedad y también poder comercializarlo, ya que estamos hablando de un emprendimiento. Está hecho para venderse", agregó. "Lo que se hizo fue lograr que el equipo tenga la performance necesaria para trabajar en lo que sirve”, sostuvo el emprendedor.

 

En cuanto a costos, especificó que los nebulizadores más comunes arrancan en los 800 pesos, los ultrasónicos 1800 pesos y los hospitalarios (dentro de esta gama se encontraría el prototipo misionero), cuestan desde los 3800 pesos y hasta 4500 pesos, según el fabricante. “Nuestro equipo puede llegar al público a un precio estimativo de $2800 o $2900 con los costos de fabricación incluidos. Un valor bastante accesible respecto a lo que es el equipo”, aseguró.

 

Destacó que el prototipo local utiliza placas solares que duran 20 años y pueden soportar golpes de granizo, ya que son de vidrio templado.

 

Otros desarrollos

 

Respecto al tomógrafo de temperatura, Ferreyra señaló que están a “cinco meses de terminar el desarrollo. Nos falta el 60% del software que es lo más complicado, ya tenemos las cámaras termográficas, los ordenadores y las estructuras del equipo”. Añadió que lo más complejo es el tema de los programas. "Estamos trabajando con un equipo de médicos que nos están asesorando en lo que es diagnóstico por imagen. Y tenemos gente que está fuera del país que nos está pasando datos sobre esto, porque este equipo no se fabrica en ninguna parte de Sudamérica”, subrayó Ferreyra.

 

Cabe destacar que a diferencia de los actuales tomógrafos, el tipo de equipo que están desarrollando los emprendedores no trabaja con radiación sino con temperaturas corporales por lo que se trata de un diagnóstico menos invasivo. “Todo se puede hacer. Sólo hay que tener la voluntad y visión para hacer las cosas. El aspirador me llevó menos de un mes desarrollarlo”, reflexionó el profesional. La mayor parte del camino y la más difícil ya fue realizada, ahora sólo hace falta voluntad de otro tipo para que el emprendimiento misionero pueda concretarse y posicionar a la provincia como fabricante de equipos biomédicos.

 

El dato
2.900 Pesos podría cotizar en el mercado el nebulizador solar desarrollado en la provincia.
Equipos de ese tipo pueden costar hasta 4.500 pesos.

 

Aspirador quirúrgico silencioso

 

El otro implemento ya concluido es el extractor de fluidos corporales (en foto) para ser utilizado en intervenciones quirúrgicas. “Sirve para aspirar el exceso de sangrado o agua en las operaciones y éste tiene como característica esencial el ser menos ruidoso. Me llevó menos de un mes desarrollarlo”, explicó Daniel Ferreyra. “Los que están en plaza a la venta hoy, son muy ruidosos. Hablamos de 60 a 70 decibeles (ejemplificó que un avión de cola hace ruidos que alcanzan los 120 decibeles) que es muchísimo. Nuestro equipo está trabajando en 3 decibeles, prácticamente casi no emite ruido”, agregó.

 

Ferreyra aseguró que si bien el aspirador funciona con energía eléctrica ya están “trabajando para modificarlo para que pueda ser totalmente solar al igual que el nebulizador. Nos vamos a abocar a hacer todo en energía solar y depender lo menos posible de la electricidad, inclusive con el tomógrafo”.

 

En ese sentido, explicó que apuntan a lograr que los equipos funcionen con energía continua.

 

“Por eso queremos evitar el uso de conversores. Estos convierten la energía continua en una alterna, lo que representa un consumo muy alto de energía y una muy baja autonomía de los equipos”, concluyó.

 

Nota perteneciente a la edición impresa.