Defensoría del Pueblo pidió a la Justicia que libere calle céntrica

Jueves 23 de octubre de 2014 | 06:47hs.
Sin límite. | Los supuestos damnificados llevan 22 días acampando frente a la EBY y los vecinos piden respuestas.

Los vecinos de la calle La Rioja y Rivadavia de la ciudad de Posadas se mostraron molestos por el corte de las calles céntricas que lleva 22 días sin respuestas y pidieron a la Justicia que desaloje el lugar.


El defensor del Pueblo de la ciudad, Marcelo Vairo, hace cinco días presentó ante el Juzgado de Instrucción Nº 7, Secretaría 2, un pedido para que se desaloje la zona y se respeten los derechos de los vecinos, pero hasta ayer no obtuvo respuestas.


En su escrito pidió "la pronta intervención y rápida resolución de la situación, que afecta los derechos de los ciudadanos de la ciudad, por el corte de la calle La Rioja, para lograr la normalidad de la convivencia pacífica de éstos, tomando las medidas que conforme a derecho correspondan, para lograr el cumplimiento de lo ya ordenado por la jueza de Falta Nº 1 de ésta ciudad".


En conversación con El Territorio los vecinos indicaron que“estamos cansados de esta situación que nos afecta a todos los que vivimos y trabajamos en la zona”.


Señalaron que las molestias son producidas por la música elevada, las discusiones en alto tono que mantienen los protestantes a cualquier hora del día. Además, como están acampando, hacen sus necesidades en improvisados baños químicos instalados en la zona, que generan olores nauseabundos.


Quienes cortan dicen ser afectados por las obras de la Entidad Binacional Yacyretá (EBY). Aunque afirman que son de barrios de Posadas se observan banderas de Paraguay en toda la zona y aluden a movimientos del vecino país.


Son cerca de 50 familias, que en algunos casos están acompañados de niños en edad escolar, y desde hace 22 días tienen de rehén a los vecinos de la zona.


“Lo que más molesta es el olor que hay, porque cocinan y hacen sus necesidades ahí”, dijo Mirta Mazukrik, antigua vecina del barrio, señalando las carpas ubicadas frente a las instalaciones de la EBY.


Los vecinos perjudicados sostuvieron que la problemática no es reciente, “ya tuvimos que acostumbrarnos a vivir así, a que estén acampando frente a nuestras casas, que hagan ruidos de noche y duerman en las puertas de nuestras casas, sin que nadie haga algo por nosotros”, expresaron.


En menos de 10 años ya fue interrumpido el tránsito en 25 veces, según contaron los frentistas, pero nunca por tanto tiempo como ahora.


Los vecinos elevaron notas a las autoridades municipales, provinciales y de la Justicia local y Federal, pero hasta ayer no obtuvieron respuestas.


“Nos contestaron que no se les puede pedir que salgan de la calle. Ellos vinieron a ver cuál era la situación y se fueron no hicieron nada”, aseguraron.

Malestar en el barrio
Dentro de la cuadra tomada viven familias que tienen hijos estudiando en la universidad, que se molestan por los disturbios del lugar.


“Mi hija se queja que hay días que no puede salir de casa, porque están en la puerta o que no sé puede concentrar para estudiar porque la música está a todo volumen. Con las protestas se hace difícil, el domingo un vecino tuvo que pedirles por favor que dejen de hacer ruidos, porque al otro día tenía que trabajar y no podía dormir”, señaló otro frentista.


Las dificultades también se presentan cuando “sacamos los automóviles, tenemos los pasacalles y las carpas o gente sentada enfrente de la vereda y hay que pedirles que se corran. Por suerte nunca se pusieron violentos, pero termina cansando”, detalló Elsa.