Médico legista confirmó la fractura de la mano derecha de Cantallops

Jueves 2 de octubre de 2014 | 07:09hs.
Quinto metacarpiano. | Gaudencio le explica a la fiscal Yolanda Mazal el lugar de la fractura que le detectó a Cantallops.

La séptima jornada del juicio oral por la muerte de Iván Mercol marcó coincidencias y nuevos datos que complicarían a los dos acusados de “homicidio preterintencional”, Diego Cantallops y Sebastián Ruiz.

 

En el caso de Cantallops, la declaración brindada por el médico legista de la Policía provincial, hoy como jefe de área en la Unidad Regional X, Ricardo Adolfo Gaudencio, detalló la fractura en la mano derecha del sospechoso. Explicó que la lesión era reciente al momento de analizarla.

 

“Me acuerdo muy bien de la lesión de Cantallops, tenía un hematoma en la región dorsal de la mano derecha, se evalúa con estudios y (se corrobora que) era una fractura del quinto metacarpiano (antes de los dedos o tarsos), que necesitaba sesenta días de curaciones y de impedimento de trabajar”, explicó Gaudencio. Pero también amplió: “Es la lesión del golpe fallido del boxeador, del error, pero también la de la ira o frustración, cuando se golpea sobre una superficie dura, corresponde a (la respuesta) de un ataque de ira”.

 

Para el galeno, con 18 años de experiencia en la fuerza de seguridad como legista, la fractura por este puñetazo o piña “puede suceder contra un cuerpo humano, especialmente contra el sector posterior de la carótida craneana (...) Es una lesión de alto impacto y puede darse al lanzar un golpe de puño”.

 

Consultado por la fiscal Yolanda Mazal, Gaudencio afirmó que el golpe puede “producir la luxación del cuello (...) En sentido de adelante hacia atrás o de atrás hacia delante, y hasta lateral”. También sostuvo que aún es más factible “en un chico de 20 años, estresado dentro de un boliche, es decir, con desgaste físico y tras una ingesta de alcohol, con el cuerpo en estado de relajación, con visión borrosa (...). No es lo mismo que una persona que se defiende con los estímulos normales, principalmente en las vértebras se produce un efecto latigazo que luxa las cervicales”.

 

Sobre este punto Gaudencio recalcó que la “rotación brusca también podría provocar la misma lesión”, que resultó fatal para Iván Mercol.

 

Remera rota
Una de las jóvenes que testimonió ayer, Karina Constanza Fernández, alias “Coty”, manifestó haber visto a Mercol sentado en el piso antes de la salida del local bailable: “Lo veo en el piso con un poco de sangre en la ceja izquierda”.

 

Pero también narró que fue a bailar con tres amigas y se retiró con ellas y el grupo de amigos en el que estaban Sebastián Ruiz y Diego Cantallops. “Sebastián tenía la remera rota, se la sacó y puso en el hombro (...) cuando nos llevaba en su auto le dice a Diego ‘para qué te metiste’, ‘sos mi amigo, te tuve que defender’, le respondió”.

 

Sobre la pelea, uno de los siete testimonios de ayer tuvo relación con lo que expresado por Coty Fernández.

 

Juan Carlos Friedrich, amigo de Sebastián Ruiz y Diego Cantallops, reconoció que esa noche cenó con ellos y fueron junto con otros dos amigos más a Power. Y que a la salida se enteró de una pelea que protagonizaron Cantallops y Ruiz. “Sebastián me dijo: ‘Iván vino a decirme para pelear un mano a mano’”, sostuvo Friedrich y agregó que, en cuanto al motivo del presunto enfrentamiento, “no sabía que era por una mujer, que Sebastián estaba de novio, él me dijo que Iván lo estaba molestando, yo a la chica no la conocía”.

 

Relato similar brindó ante el juez César Jiménez, Débora Daiana López (30): “Seba (Ruiz) se saca la remera, la tenía rota, se subió al auto y dijo: ‘El vago me tenía podrido, me tuve que defender’, también dijo que Iván lo había incitado a pelear un ‘mano a mano’”.

 

La joven respondió a la Fiscalía que durante esa madrugada había tomado cerveza con su grupo de amigas, y que vio a Cantallops y Ruiz bebiendo vino espumante de la marca “Oxígeno”.

 

En cuanto a esta bebida, otra de las mujeres que declararon ayer, María Soledad De la Cámara (24), manifestó que la velada del 19 de marzo de 2006 correspondía a “la noche del dos por uno de Oxígeno”, se pagaba por una botella y se tomaban dos.

 

María Lidia Vicentín, otra joven que salía del boliche en el mismo instante en que Mercol era atacado también narró lo que recordaba: “Estaba con una amiga, era el horario de salida del boliche, agarradas del brazo llegamos al pasillo, cuando siento el ruido fuerte y mi amiga me dice ‘viste cómo le tiró la botella’, ahí me cuenta que vio a una persona golpeando a otra, y que le tiró la botella”.

 

Vicentín también recalcó que lo que le narró su amiga no levantaba dudas o sospechas, y que ella no alcanzó a verlo, pero que sintió el estruendo de vidrio, pero que no se detuvieron a ver lo que sucedía porque la cantidad de gente que transitaba el lugar era mucha rumbo a la vereda de Power. De todas maneras recalcó: “Lo que sé, es que mi amiga no me mintió, no tenía por qué inventar eso”.

 

Sangre de los ojos
Sacha Falicoff (30), el último testigo del debate ayer, tampoco favoreció a la defensa de Cantallops y Ruiz. Especialmente al describir la forma en que vio cómo los custodios de Power tomaron a Mercol y lo dejaron en el piso contra la pared, en el hall a pocos metros de la salida del local.

 

“Veo al de seguridad que lo traía a Iván tomado debajo de los brazos, de las axilas, lo arrastró o deslizó hasta dejarlo contra la pared (...) A Iván comenzó a salirle sangre de un ojo, eso no me olvidaré nunca más. Empecé a gritar pidiendo una ambulancia y uno de seguridad me sacó del lugar hacia afuera del boliche”.

 

“Afuera lo vuelvo a ver a José Bordón (con quien fue esa noche a bailar), me dijo que adentro a Iván le habían pegado”.

 

“Con él nos fuimos a pescar después y a las pocas horas lo llamaron y dijeron que Iván había muerto, ahí terminó la pesca”.