El Papa ofició la tradicional ceremonia de la Semana Santa, decidió enfocar su mensaje hacia los sacerdotes de todo el mundo, con referencias explícitas a su función y al sentimiento que debe conducir sus acciones dentro de la Iglesia.
"Encuentro tres rasgos significativos. Es una alegría que nos unge, es una alegría incorruptible y es una alegría misionera. Una alegría que nos unge a penetrar lo íntimo de nuestro corazón. Diría ungidos hasta los huesos. Nuestra alegría que brota desde adentro es el eco de nuestra unción", señaló.
El Papa resaltó que "la alegría sacerdotal es una alegría que tiene como hermana a la pobreza" y también "a la obediencia".
"El sacerdote que pretende encontrar la identidad sacerdotal buceando introspectivamente en su interior quizá no encuentre otra cosa que señales de salida. Si no sales de ti mismo, el óleo se vuelve rancio y la unción no puede ser fecunda. Salir de sí mismo supone despojo de sí, implica pobreza", expresó.
"Le pido al Señor Jesús que confirme la alegría sacerdotal de los que tienen varios años de ministerio", concluyó el Sumo Pontífice.
Lavado de pies
Por la tarde (17:30, hora de Roma) celebrará la misa "in coena domini", en la que se recuerda la última cena antes de la crucifixión y durante la cual se produce el lavado de pies a los presentes.
El año pasado, Francisco había elegido a menores detenidos en la cárcel de Casal del Marmo, en Roma. Esta vez, lo hará en el Centro para Discapacitados Santa María de la Providencia, administrado por la Fundación Carlo Gnocchi.
El Viernes Santo oficiará la celebración religiosa en la Capilla Papal de la Basílica de San Pedro y, luego, estará al frente de la procesión del Vía Crucis en el Coliseo de Roma, en el que se esperan miles de turistas.
Bergoglio, además, va a encabezar el sábado la Vigilia pascual previa al domingo de Pascuas,día en el cual ofrecerá una misa en la Capilla Papal de San Pedro en El Vaticano.