Concierto de luces para Washington

Lunes 13 de junio de 2011
La creadora y su obra. | Se encuentra en el Centro de Arte e Innovación de Rockville, distrito de Washington DC.

En una esquina de Washington DC, Estados Unidos, la posadeña Cecilia Lueza instaló una obra de arte llamada Luminarium, de tres metros de alto y que se ilumina con los sonidos del ambiente.
Por otra parte, Lueza abrirá el jueves una muestra en el Museo Metropolitano de Buenos Aires que se llamará “Travesía”, que consistirá en una serie de pinturas y obras en papel inspiradas en sus quince años de experiencia en las artes.
Lueza vive hace poco más de diez años en Miami, Estados Unidos, y por distintas ciudades de ese país ha instalado sus obras de arte.

Lugares como Key West, en el extremo Suroeste de los Cayos, La Florida; o en una plaza de Chattanooga, en el estado de Tenessee, Lueza ha colocado sus características creaciones. Esta vez, con Luminarium, Lueza se animó a conjugar arte con tecnología. Su nueva creación que es un  nuevo atractivo en la zona, está ubicada en la esquina del Centro de Arte e Innovación de la ciudad de Rockville, la cual es parte del distrito de Washington DC. En Luminarium predomina el rojo, el naranja y el amarillo, colores que tienen “como propósito inspirar vida”, define la artista misionera a El Territorio.

 

¿Qué características y materiales tiene Luminarium?
La obra está conformada por dos paneles, o esculturas mural, de tres metros de alto por 1,80 metros de ancho cada una. Los paneles están hechos de uretano y resinas, y en su interior albergan un sistema de luces de fibra óptica que se encienden de acuerdo a los sonidos ambientales que captura un pequeño micrófono. Las luces brillan con diferentes colores e intensidad, dependiendo de la frecuencia de los sonidos. Lo interesante de este proyecto es su carácter interactivo, la gente puede hablar, cantar, aplaudir, etcétera, junto a la obra para dirigir el show de luces.

 

¿Cómo surgió la idea y cuánto tiempo demandó concretarlo?
La idea fue elaborada teniendo en cuenta  las características del lugar donde sería instalada. Con mi esposo, que se especializa en sistemas electrónicos, decidimos que lo ideal sería fusionar los visual con lo tecnológico para representar la función del edificio que es arte e innovación. Luego creamos una maqueta de nuestro concepto que fue presentada a un comité de arte público para su evaluación. El proyecto fue aprobado y comisionado por la ciudad de Rockville a principios del 2010. Después de nueve meses de mucho trabajo y dedicación la obra fue concretada e instalada en su lugar permanente.

 

¿Creaste alguna obra con tecnología similar?
No, esta es la primera obra de arte público con estas características, espero crear muchas más.

 

¿Cuál es tu próximo proyecto?
Una exhibición en el Ormond Art Museum (Florida, Estados Unidos), y la realización de dos nuevas esculturas para exhibiciones temporarias de arte público.

 

Al parecer, los colores empleados son decididamente un estilo propio, ¿a qué se debe la elección?
Me gusta trabajar con colores cálidos sobre todo cuando se trata de obras que tienen que competir con el entorno urbano. Los colores que utilizo tienen como propósito inspirar vida, bienestar, alegría;  realzar parques, calles y edificios y contrastar con los azules, grises y verdes del paisaje circundante.

 

¿Cómo se llama la muestra que abrirás en el Museo Metropolitano de Buenos Aires y qué se verá allí?
La muestra se llama “Travesía”, y consiste en una serie de pinturas y obras en papel inspiradas en la larga travesía personal que emprendí hace más de quince años buscando una identidad visual e intelectual que definiera mi obra y me definiera como artista. El icónico barquito de papel, que fuera uno de los pasatiempos preferidos de mi infancia, toma protagonismo en esta colección para simbolizar lo vulnerable y apasionado de esta travesía personal sobre mares calmos, a veces, y tormentosos, muchas otras; en definitiva la vida. Mi propósito es compartir con el espectador algo de mi historia y revelar a través de lo fantástico e imaginado que la perseverancia y la entrega nos pueden llevar a lugares maravillosamente inesperados.
Cecilia Lueza prefiere el arte público a las galerías. Sus obras se encuentran en plazas y paseos de Estados Unidos. Es que los espacios públicos tienen un gran simbolismo. Siempre es el principal lugar donde se manifiesta históricamente la libertad. Allí se terminan de afianzar ideas, juegos, arte, romances y las revoluciones. Lueza todavía anhela instalar una de sus obras libertarias en Posadas, su ciudad de origen.

 

 

El perfil

Cecilia Lueza
Se graduó de la Universidad Nacional de la Plata a mediados de la década del 90. En 1999 se mudó a Miami, donde trabajó con el maestro Pérez Celis, de quien no sólo recibió los conocimientos técnicos. También aprendió con él la importante lección de compromiso y entrega al acto creativo. Su trabajo también ha sido afectado por la obra de Gustav Klimt, Goya, Bacon, y los argentinos, Ernesto Deira y Carlos Alonso. A lo largo de su carrera, ha explorado intensamente una amplia variedad de medios artísticos: tradicionales como la pintura, el dibujo y la escultura en madera, metal, poliuretano, fibra de vidrio y cerámica; a recursos más innovadores, como el arte digital. Su estilo se encuentra entre la figuración y la abstracción, aunque ella prefiere definirlo como una tendencia surrealista. En sus instalaciones, los colores primarios siempre están presentes.