Marcharán en Santa Rita por las víctimas de la tragedia del puente

Domingo 20 de abril de 2014
“El puente tenía todas las uniones podridas y estaba parchado con brea. Si hubiera caído el sábado (un día antes) no se salvaba nadie porque el arroyo estaba mucho más crecido y llegaba hasta donde quedó el colectivo”, comentó Arnaldo Barrios, que reside a 100 metros del arroyo Acaraguá y hace una semana fue testigo del colapso del puente.
La tragedia le costó la vida a dos personas y ocasionó casi dos decenas de heridos de diversa consideración, dos de las cuales permanecen en grave estado.
Desde un primer momento, los vecinos de la zona denunciaron que se trató de una “tragedia anunciada”, ya que hace meses alertaban sobre el estado de deterioro que presentaba el viaducto que marca el límite ente los municipios de Campo Ramón y Alba Posse, sobre la ruta provincial 103.
Se trata de una zona eminentemente productora. El viaducto conectaba los municipios citados con 25 de Mayo y Colonia Aurora. Por ello, además de cuestionar a la Dirección Provincial de Vialidad (DPV), innumerables voces también subrayaron la responsabilidad que les cabe a los intendentes de la región.
Incluso, en diálogo con El Territorio, Barrios exhibió una nota fechada el 17 de enero pasado con 600 firmas de vecinos y transportistas alertando sobre los problemas estructurales que presentaba el puente.
“Pedimos la colaboración de todos para evitar una tragedia”, fue el título el escrito, que en un párrafo presagió que debido a las fisuras, el puente “puede derrumbarse en cualquier momento”.
“Pero fuimos varias veces a la delegación de Vialidad en Santa Rita y estaba cerrada. No sabemos si no trabajan o si se escondían cuando llegábamos, pero lo cierto es que desde enero no pudimos entregar la nota. Después quisimos cortar la ruta y la Policía no nos dejó porque éramos pocos”, indicó.

Marcha por justicia
En ese contexto, vecinos de la zona realizarán mañana una marcha en reclamo de justicia para las víctimas. La convocatoria fue hecha para las 18.30, frente a la iglesia católica de Santa Rita, municipio de Alba Posse.
Aún conmovida por la tragedia, Mónica Hahn lamentó que “ni Vialidad ni los intendentes nos escucharon cuando decíamos que el puente se estaba por caer. Nosotros vivimos al lado y todos los días estábamos con el corazón en la boca. Esto es lo más triste de todo, que murieron dos personas pero se podía haber evitado”.
A su lado, su hijo Emanuel Barrios comentó que en varias ocasiones se acercó para hablar con la intendenta de Campo Ramón, Ana Aguirre, pero “siempre nos decían que salió. En broma le empezamos a decir pan fresco, porque siempre nos decían que recién salió; pero la verdad que lo que pasó acá no es ningún chiste”.
Barrios, su esposa y su hijo vieron en directo el colapso del puente cuando el colectivo Singer intentó cruzar con 20 personas a bordo.
El domingo pasado tomaban mate en el corredor de la casa, a eso de las 16.30, cuando los sacudió el estruendo.  
“Los vecinos dicen que vieron dos cascos en el agua que sacó la Policía, por eso pensamos que por ahí cayó una moto y quedó aplastada. Pero hasta ahora nadie confirmó nada”, comentó Hahn, sumando otro dato dramático a la historia.
Si bien la superficie del puente cayó por completo, las columnas quedaron intactas.
Una de las teorías indica que cuando pasó el primer tramo, entre dos columnas, el chofer posiblemente pisó el freno después de escuchar que el puente crujía; al frenar empujó las columnas hacia adelante y el colectivo cayó hacia abajo.
Luego las columnas volvieron a su posición normal. Como las planchas estaban separadas entre sí, todas colapsaron. En el lugar se observa que ninguna plancha tiene hierros de construcción; están hechas sólo de  hormigón y asfalto encima. El único hierro que se observa es el de las barandillas.
El miércoles, técnicos de la DPV recorrieron el lugar para analizar las causas y las opciones de un nuevo puente. En principio, contratarían los servicios de una empresa para desmantelar el colectivo y retirarlo del lugar por partes.
Como se informó desde Vialidad, hasta que se construya un nuevo viaducto se instalaría un puente provisorio, tipo Bailey. Se trata de un diseño militar de hasta 60 metros mediante el ensamblado de partes.