La niña que denunció a Santa Andrea no fue contenida por el Estado

Sábado 26 de julio de 2014

Tras la feria judicial que concluye el lunes está previsto que se decida el destino procesal de Alejandro Santa Andrea (59), acusado de violar a una pequeña de nueve años que el mes pasado ratificó su denuncia mediante una segunda Cámara Gesell.
Pero mientras que la justicia avanza en la causa, la familia de la víctima atraviesa dificultades económicas y no cuenta con ningún tipo de asistencia por parte del estado, tal como se comprometieron oportunamente desde el Ministerio de Derechos Humanos de la provincia. Según Rosa Q. (43), madre de la pequeña que denunció al locutor obereño, a los pocos días del hecho una funcionaria de la citada cartera se acercó hasta su domicilio y aseguró que la niña contaría con cobertura médica y psicológica continua, además de asistencia alimentaria, útiles escolares e indumentaria, lo usual en casos de abuso, al menos según lo que declaman las autoridades.
Aunque pasaron los meses y todo quedó en promesas. La criatura repitió de grado, no cuenta con ningún tipo de tratamiento y la familia subsiste con la pensión de madre de siete hijos que percibe la progenitora.

“Yo crió sola a mis chicos y vivimos con 2700 pesos por mes, por eso hay días que no tenemos casi lo que comer. Cuando cobro voy y compro mercadería por 1500 pesos y el resto dejo para pagar las cuentas y comprar algún calzado o ropita. Una vez vino una señora de Derechos Humanos, pero no sé qué pasó porque nunca más volvió. Yo nunca pedí nada, ellos vinieron a prometer”, comentó ayer.
En diálogo con El Territorio, mencionó que después de la denuncia tuvieron “más problemas que antes”. Al respecto, señaló que su hija repitió de grado por “el trauma después de la violación. Tenía miedo, pesadillas y faltó mucho. En todo ese tiempo nadie vino a ver si necesitaba un psicólogo. Yo le llevé algunas veces al Hospital pero a veces no tenía ni para el colectivo y me queda lejos para ir a pie”. La familia reside en Villa Günther, a unos seis kilómetros del Hospital Samic.
“Ni siquiera le quisieron anotar en la misma escuela porque a la tarde va el nieto de Santa Andrea. Yo no veo bien eso, como que la familia de él vale más que la mía”, lamentó.

“Se acuerda de todo”
Sobre la causa, la mujer confirmó que en la segunda Cámara Gesell la criatura confirmó su denuncia en contra del locutor. “Ella se acuerda de todo, no se le borró nada. Es chiquita pero no es tonta. Eso que le hizo no se hace a nadie, menos a una criatura indefensa que no tiene idea de esas cosas”, subrayó indignada.
La segunda declaración se produjo el 27 de junio pasado, al cumplirse diez meses de la
detención de Santa Andrea, quien fue procesado por los delitos de “acceso carnal abusivo y abuso sexual simple” y permaneció detenido 115 días en la Seccional Tercera.
En diciembre la Cámara de Apelaciones en lo Penal de Posadas adujo ciertos tecnisismos y ordenó la nulidad de lo actuado por la justicia de instrucción. El 20 del mismo mes el locutor recuperó la libertad, aunque sigue ligado a la causa y luego de la feria el juez Horacio Alarcón decidirá el destino procesal del imputado.
Si bien en esta segunda Cámara Gesell la defensa del locutor contó con un perito de parte que elaborará un informe sobre el testimonio de la presunta víctima, para los profesionales del Poder Judicial no habría dudas sobre la veracidad de los dichos de la nena.
La estrategia defensiva de Santa Andrea comenzó a resquebrajarse cuando renunció el principal abogado que lo asesoraba, quien además cumple funciones como asesor legal de la Unidad Regional II de Policía, una superposición de tareas que no agravada a las propias autoridades policiales.