"Guerra de plegarias" entre patriarcas de Rusia y Ucrania también en guerra

Domingo 20 de abril de 2014
Consigna. | En uno de los edificios públicos tomados piden que los Estados Unidos "quiten sus manos" del Este ucraniano. | Foto: AP
Los patriarcas ortodoxos de Kiev y Moscú se enzarzaron ayer en una guerra de plegarias, pocas horas antes de la Pascua, en momentos en que el este de Ucrania vive una insurrección armada pro rusa.
En Kiev, el patriarca de la Iglesia ortodoxa ucraniana, Filaret, que se separó de la rusa tras la caída de la Unión Soviética, condenó la "agresión" del país vecino.
En su mensaje pascual al pueblo ucraniano Filaret denunció a Rusia "que nos había garantizado la integridad territorial" pero que "ha cometido una agresión".
"Dios no puede estar del lado del mal, por eso el enemigo del pueblo ucraniano está destinado a fracasar", aseguró.
En la catedral del Cristo Salvador en Moscú, el patriarca Cirilo dijo por su lado que "tenemos que rezar hoy por el pueblo ruso que vive en Ucrania, para que el Señor instaure la paz sobre la tierra ucraniana (...) que deshaga los designios de aquellos que quieren destruir a la Santa Rusia".
El patriarca ruso hizo arrodillarse a los presentes, y él mismo, de rodillas, oró por la suerte de Ucrania.
En "numerosas ocasiones en la Historia" se intentó "acabar" con Rusia, "pero nadie lo logró", indicó Cirilo.
"Ucrania es políticamente un país extranjero (pero) espiritualmente e históricamente no lo fue nunca", añadió.
"Somos un solo pueblo ante Dios", añadió.
Estados Unidos aumentó la presión sobre Moscú para que obligue a los pro rusos a evacuar las administraciones ocupadas en el este de Ucrania, aún bajo control de los separatistas, que se resistían a cumplir con el acuerdo de Ginebra.
En Donetsk, la gran ciudad industrial del este, los separatistas pro rusos seguían atrincherados en la administración regional.
El edificio público, rodeado de sacos de arena, neumáticos y muebles formando barricadas, está vigilado por hombres con pasamontañas en un contexto de aparente normalidad en las calles.
"Continuamos como siempre", indicó uno de los prorrusos. "Un sacerdote ortodoxo se encuentra con nosotros en el interior para festejar esta tarde la Pascua", agregó.
Las autoridades pro europeas de Kiev intentaron el viernes tender la mano a los prorrusos, a quienes prometieron una importante descentralización y un estatuto de protección para la lengua rusa.
Sin embargo, este anuncio tiene pocas probabilidades de funcionar, puesto que el 70% de los habitantes de la región de Donetsk considera que estos dirigentes son "ilegítimos", según una encuesta publicada ayer por el semanario Dzerkalo Tyjnia.
El sondeo refleja también que un 52,2% de las personas encuestadas están en contra de la incorporación de la región a Rusia.