La conquista del espacio

Domingo 19 de octubre de 2014
Foto: Dibujo: Latree '14
A pesar de todos los pesares, la Argentina de algún modo siempre se ingenia para sorprender al mundo. Más allá de las banderías políticas, de notable crecimiento en los últimos tiempos a raíz de las elecciones del 2015, esta semana el país lanzó al espacio el primer satélite de comunicaciones de Latinoamérica, el ArSat-1, que servirá para dar servicios de televisión, telefonía, transmisión de datos e internet al país y a Chile, Uruguay y Paraguay. Representó un gran paso y el Gobierno nacional convirtió el lanzamiento en un hito del poderío nacional. La presidenta Cristina Fernández resaltó que dará al país soberanía satelital. Aunque en medios oficiales se planteó que es el primer satélite geoestacionario 100% argentino, es una verdad a medias. Es cierto que Argentina se suma a los países que producen este tipo de satélites, pero también hay que recordar que la Argentina no tiene fuerte arraigo en el sector espacial, por lo que debió recurrir a países con tecnología más avanzada. Todos los instrumentos tecnológicos fueron provistos por una empresa europea, sumado a los sistemas de propulsión y el ordenador de a bordo. De esta manera, aunque no se puede decir que sea absolutamente made in argentina, representa un orgullo haber concretado el proyecto que costó siete años de trabajo. Como en acontecimientos similares, reavivó viejas heridas y sembró nuevas divisiones en la opinión pública sobre el accionar del actual Gobierno. Hay quienes apoyan este tipo de iniciativa y ven con muy buenos ojos que Argentina incursione y apueste a las ciencias espaciales otorgando fondos para ello, y hay quienes se posicionan abiertamente en contra porque indican que el país se encuentra en un franco desmoronamiento económico y social donde el Gobierno tiene otras prioridades.

Deslealtades
Los que están en la vereda opuesta aprovecharon esta semana para sostener que los peronistas tienen un Día de la Lealtad y el resto del año para ser desleales. Respecto a lo primero, se referían a aquel recordado 17 de octubre que diera nacimiento a un movimiento político clave en la vida nacional como es el peronismo, y sobre aquella ironía, hay mucha tela para cortar. Es cierto que muchos peronistas fueron mutando con el tiempo. Algunos supieron reciclarse mejor al pasar del peronismo al kirchnerismo y en la actualidad al cristinismo, mientras se espera la sucesión que bien podría ser el sciolismo, randazzismo o quien sabe qué ismo vendrá, pero siempre agitando la figura del peronismo. También están quienes intentan tener sello e identidad propios, pero les resulta difícil escapar del influjo de la corriente política que maneja el Gobierno nacional. Esta semana, al observarse una clara agitación del miedo que provoca un fin de mandato y el temor a lo desconocido, a lo que vendrá, muchos dirigentes -aunque no de manera tan abierta- debieron reconocer entre dientes que mantendrán varios proyectos impulsados por este Gobierno como políticas de Estado.
Ello, a raíz de que el gobernador bonaerense Daniel Scioli pusiera en duda la continuidad que tendrían -de llegar gobernantes de otras corrientes políticas al poder- algunos planes como la Asignación Universal por Hijo, y hasta Cristina no dejó de ironizar sobre la imposibilidad de derogar el satélite lanzado por este Gobierno. Además, Scioli había advertido que aquel escenario apocalíptico había sido planteado por los opositores y no por el kirchnerismo. Como es habitual en este dirigente, intentó transmitir optimismo y confianza en el futuro. Pero sus palabras tuvieron rápido eco en la oposición.
En tal sentido, entre los que salieron a replicar se encontraban Mauricio Macri, Sergio Massa y los presidenciables radicales del Frente Amplio-Unen. En medio de las críticas lanzadas sobre la estrategia del kirchnerismo para atacar a la oposición, Massa advirtió que en el kirchnerismo tiene miedo a discutir sobre inseguridad, inflación y cómo salir del cepo. Además, no dejó de aclarar que hay cosas que no se tocarán. En ese sentido, el ex intendente de Tigre advirtió que nadie va a perder sus propias conquistas, sus propios derechos, que son derechos construidos y consolidados, como la Asignación por Hijo. Está claro que algunas conquistas, entre ellas las sociales, serán clave para convencer a parte del electorado en las próximas elecciones. Hasta el jefe de gobierno porteño y precandidato presidencial por el Pro, Mauricio Macri, aclaró que en caso de llegar a la primera magistratura, mantendría los planes sociales a los actuales beneficiarios. Además que con su propia impronta, conservaría las estatizaciones de YPF y las AFJP -iniciativas en las que el Pro votó en contra en el Congreso-, como así también avaló la Asignación Universal por Hijo, y prometió que echaría a los fondos buitre de la Argentina. El senador Ernesto Sanz, por su parte, identificó que el miedo expresado por el kirchnerismo pasa por la pérdida del poder luego de 2015 antes que por la continuidad de sus políticas.
Quien fuera el vicepresidente de Cristina y para los ultraoficialistas el mayor desleal por aquel voto no positivo, Julio Cobos, se sumó con una parodia dando a conocer una extensa lista con todo lo que la Presidenta supuestamente ya había derogado, desde el poder adquisitivo de los argentinos y la credibilidad y fiabilidad del Indec, hasta el federalismo, la estabilidad cambiaria y la calidad educativa, entre otros. Pero para alegría de los ultrakirchneristas, los referentes políticos de la oposición, sin decirlo abiertamente, están admitiendo que hay cosas bien hechas. Está claro que es una buena señal para el oficialismo, porque en medio de la campaña, son muy pocos los opositores que actúan con franqueza y que se muestran leales a sus pensamientos, a tal punto de admitir logros del Gobierno. En las naciones más serias ni siquiera se discute cuando los programas son exitosos y beneficiosos para la comunidad. Sin embargo, en la Argentina, como un mal endémico, los aspirantes presidenciales, en su afán de querer imponer su propio sello, llegan con la idea de refundar una Nación, generando muchas veces numerosos, conocidos y hasta resonantes fracasos.

Lealtad radical
Aunque la lealtad es la bandera que agita el peronismo, también suele flamear este símbolo de la confianza en lo más alto del mástil o bajar de manera preocupante en otras corrientes políticas. Es lo que sucedió esta semana, tras analizarse la forma en que votaron los presupuestos varios legisladores misioneros de la Unión Cívica Radical. Los radicales habían acordado votar en bloque en contra de los presupuestos. Así actuaron, rechazando los recursos previstos por el Ejecutivo. Sin embargo, votaron de manera dividida su propio Presupuesto, que tuvo el aval de los legisladores radicales María Losada y Hugo Escalada.
Estas posturas contradictorias generaron en la semana rispideces entre los correligionarios e hicieron temblar la convivencia. El presidente del bloque de la UCR, Walter Molina, se vio sorprendido por estos votos opuestos a lo acordado. Los propios protagonistas aclararon, en el transcurso de la semana, que tales posiciones no llevaban a provocar ninguna fractura. De hecho, el radicalismo misionero sigue en pie y se prepara para el 2015, ya con sus candidatos consagrados, como ocurrió ayer con la presencia del senador Sanz.

Previsiones
Esta semana, el gobernador Maurice Closs destacó y agradeció a la Cámara de Diputados y a su presidente Carlos Rovira por haber nuevamente convertido a Misiones en la primera provincia del país con el Presupuesto aprobado. Se comprometió, en lo que representará la ejecución del último presupuesto de su gestión, a administrar con la misma dedicación, responsabilidad, eficiencia y transparencia como los otros siete presupuestos anteriores. A su vez, asumió el compromiso de no hacer nada que comprometa a una futura gestión, y agradeció al Gobierno nacional que refinanció las deudas a las provincias y recordó el proceso de desendeudamiento de Misiones.
Al calificar de exitosa la aplicación de políticas nacionales como los fondos educativos, los fondos para construcción de viviendas y hasta el Plan Nacer, se mostró dolido por el índice de aportes per cápita del Gobierno nacional hacia Misiones, pero planteó que es una cuestión de la Ley de Coparticipación que no está únicamente en sus manos, como tampoco de la Presidenta.
A su vez, desechó aquellos presuntos superpoderes otorgados. Indicó que lo que utiliza es la capacidad de reasignar partidas, como lo hicieron los últimos cuatro gobernantes, y que va a ser absolutamente necesario para el próximo gobernador. A su criterio, la buena administración está a la vista, porque la Provincia está ordenada y sin haber tomado deudas, lo cual la torna previsible y segura, por ejemplo para asegurar ya a esta altura del año sueldos y aguinaldos a los estatales.
A finalizar la semana, Closs concretó la entrega de medio millar de títulos de propiedad a colonos de Pozo Azul. Representa una esperada e histórica solución para cientos de vecinos que ahora serán propietarios de alrededor de 1.000 hectáreas de tierras en esta localidad.
La novedad para los pobladores de Pozo Azul es que a raíz de su crecimiento poblacional, el mandatario provincial anunció la idea de delimitar el territorio y constituir el municipio de Pozo Azul.

Más complicado
Donde hay una clara deslealtad con su propio pueblo es en El Soberbio. Allí, se torna cada día más delicada y complicada la situación del intendente Juan Carlos “Jair” Pereyra. Lo que comenzó con una cuestión judicial, por la denuncia por un supuesto abuso sexual que habría cometido su hijo, Ederson Pereyra, de 22 años, en contra de una menor de 14 años, ahora se está convirtiendo en un nuevo escándalo político en la localidad.
Es que desde un primer momento, el jefe comunal, según la denuncia que pesa sobre él, habría actuado amparado en su condición de funcionario para evitar primero que acusaran a su hijo por el citado delito y al no poder parar tal situación, ayudarlo a fugarse con la complicidad de un agente de seguridad.
Por estas cuestiones, el Concejo Deliberante, en forma unánime lo convocó a declarar este martes en el recinto. En forma paralela, antes de concluir la semana, fue ratificada la denuncia presentada por el diputado provincial Héctor “Cacho” Bárbaro. El legislador primero realizó la citada presentación ante el fiscal para que iniciara la investigación y determinar si el intendente incurrió en amenazas coactivas, encubrimiento, abuso de autoridad e incumplimiento de los deberes de funcionario público. Luego, lo ratificó en similares términos ante el juez.
El jefe comunal se habría involucrado en este hecho, como denuncia el padre de la menor, desde el momento en que le ofreció dinero, una propiedad y un vehículo para que no denunciaran lo sucedido. También Pereyra fue denunciado por contratar en forma irregular a trabajadores en su propiedad. Un capítulo aparte merece el rápido accionar de los integrantes del Juzgado de Instrucción Penal de Oberá, que con celeridad llevan a cabo las etapas procesales, y en contraste, la escasa reacción de algunos funcionarios que plantearon que la cuestión sólo se circunscribe a un hecho policial.