Consumidores de países vecinos influyen más

Miércoles 20 de agosto de 2014

La brecha cambiaria del peso con las monedas de países limítrofes ha disparado las ventas del comercio misionero con visitantes de Paraguay y Brasil. Así lo explicó un reciente informe realizado por Gerardo Alonso Schwarz, investigador en jefe de la regional NEA de la Fundación Mediterránea. En el trabajo se destacó que los diez pasos fronterizos de Misiones y Corrientes fueron transitados por más de 19,4 millones de personas en 2013, una tendencia que se muestra en ascenso.
Y se recordó que la brecha cambiaria dinamiza el arribo de no residentes a Posadas (con un crecimiento del 22% interanual) por el predominio de personas de países vecinos que usan el efectivo. Aunque esta tendencia no se nota en Puerto Iguazú (con un 3% de incremento), donde ponderan más los visitantes europeos que contratan servicios desde su país de origen (tipo de cambio oficial) y pagan con tarjeta.
La paridad informal de las monedas de paraguayos y brasileños, incentiva la compra de combustibles, productos de almacén, insumos de la construcción y hasta entradas de cine.

El trabajo de la regional NEA de la Fundación Mediterránea, destaca el mayor impacto de la cotización fronteriza de monedas. Así, mientras la cotización del dólar oficial ronda los $8,27, en los países vecinos el cambio puede ser hasta 78% superior. Así lo es si se tiene en cuenta que en la última semana de julio, en Paraguay, el tipo de cambio minorista dólar/peso argentino ascendió a $14,76 (ayer era de 14 pesos).
Los efectos que esta evolución divergente entre el tipo de cambio oficial y el informal en los países vecinos tiene en la economía de frontera son diversos pero pueden resumirse en que la evolución de la exportación “informal” de bienes y servicios es claramente más dinámica que la evolución de las exportaciones formales.
Por otro lado, al tomar la decisión de realizar viajes turísticos, paseos cortos/de compras, los consumidores de los países vecinos acceden al beneficio que representa la cotización minorista del peso en sus países (lo cual implica un beneficio/subsidio a sus compras actualmente superior al 79%), beneficiando a los comercios localizados en la frontera y especializados en  aquellos productos cuyos principales costos sea de origen nacional (ya que se debe recordar  las dificultades existentes a la hora de realizar importaciones).
Para comprender esto es necesario entender que muchos productos y servicios que tradicionalmente no son considerados transables (o exportables), en zonas de frontera sí lo son (por ejemplo es posible cruzar la frontera sólo para ir al supermercado, cargar nafta, para cortarse el pelo o para comprar materiales de construcción como ser bolsas de cemento).
Como consecuencia de esto, la cantidad de personas que cruza los principales pasos fronterizos de la región muestran un claro y sostenido incremento a lo largo de los últimos  años (+33% en los últimos cinco años), atraídos por los paseos de compras y el consumo de servicios de nuestro lado de la frontera.